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>>/10473/ >>/10469/ >>/10406/ >>/10475/ Pequeño cambio, Agata y Edric tienen 18, Sim-Hyung y Sascha tienen 17 NO LEER Primer miembro de mi primer grupo de Tercer Año >Nombre Ursel Kiefer >Edad 19 Años >Quirk RightMight °Superfuerza pura y dura, desde que era niña, ha vivido en un mundo de cristal que podía fracturarse de forma irreparable con un roce suyo. Hoy en día, puede levantar fácilmente 20 Toneladas y causar estragos con sus golpes >Trasfondo Ursel no recuerda los días en los que era una niña inocente con sueños y esperanzas propios, desde donde ella lo veía, siempre ha sido aquella chica con una nube en su cabeza y una sonrisa falsaHaciendo un esfuerzo, a través del dolor de sus recuerdos, lejanos pero cálidos días en los que pasaba el tiempo junto a alguien que solía apreciar mucho. Un niño de su edad a quien siempre había querido desde que podía recordar, alguien con quien había crecido y a quien consideraba su hermanoManifestó su Quirk poco después de cumplir 10 años, no recuerda lo que estaba haciendo antes de la tragedia, no recuerda porque lo había empujado, solo recuerda la sangre en medio del salón, tocando sus pies y reflejando su rostro lleno de horror, los gritos aterrorizados de sus compañeros que se alejaron al unisono de ellaEse día, a la edad de 10 años, Ursel aprendió que ella no era un ser humano, sino un Monstruo nacido para destruir a los seres humanos, un fenómeno que jamás debió haber nacido en este mundo Una vez se volvió más grande, habiendo vivido como una vasija vacía de una fuerza sobrenatural que no quería tener, se le dio la oportunidad de aprender a controlar sus poderes, y usarlos para el bien. Ursel, que podía aferrarse ciegamente a cualquier esperanza en esa etapa de su vida, decidió aceptar la oferta de unirse a la Academia escondida en el Bosque, con tal de poder recuperar su felicidad, y encontrar un propósito por el que nació 3 Años han pasado, y ha conocido personas amables que aprecia, muchos que incluso considera familia. Pero su fuerza no ha hecho nada más que aumentar. Por dentro seguía siendo el mismo fenómeno de la naturaleza que no tenía derecho de ser feliz. Seguía odiándose a si misma