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> Alexander

Mis padres... Bueno, murieron en un accidente. Fui criado por un cientifico, un amigo de mi padre y, sencillamente me dejo hacerlo.

Tomaba un poco de su café hasta que escuchaba acerca del gotico, se atragantaba un poco intentando no toser. Pero entonces miraba el celular de la Montana y observaba al padre, no parecía ser un mal sujeto.

Bueno, no se que pensar. Espero tan solo caerle bien.

Decía para luego mirar un momento su anillo. Suspiraba y se lo sacaba. Tan solo lo dejaba encima de la mesa para entrar en el pequeño juego de la Montana, sintiendo como los pies de ella jugaba con su bulto por mientras Alexander se sonrojaba mas y mas. Incluso daba algún pequeño gemido al sentir como lo acariciaba con mayor energía. Si una persona normal lo veía, casi que pareciera haber pillado algún resfriado fuerte por lo rojo que estaba.

Mhhh... A-ahh...

Aun así, el juego terminaba... De momento. Alexander tan solo se sube el cierre conforme respira profundamente, levantandose, empezaría a caminar con la Montana por Berlín, la cara Berlín, porque casí le costaba todo medio ojo. Y eso, ojo, que no fueron a un centro comercial.

La tarjeta de Alexander muy seguramente termine en llamas por todo lo que ha gastado, pero no podía negar que toda la ropa que se compro Dorothy le quedaba espectacular. El que mas le encantaba era sin duda ese traje rojo hermoso, el cual se sentaba a un lado de esa cama para ver a Dorothy en mas detalle.

Este sin duda te queda precioso... Casi que sería un muy bonito vestido para llevarlo hasta incluso en una boda como alternativa del traje blanco de siempre.

Alexander pasaba su mano por los brazos de Dorothy, sintiendo su suave antes de tomarla de la mano para ayudarla a levantarse. Aun seguía con ese bulto por todas partes, pero tampoco podía hacer mucho al respecto mas que intentar controlarse un poco. La Montana casí que estaba logrando volverlo loco bajo el propio efecto de las hormonas de Alexander...

Ya llegada la tarde, con Alexander hasta el cuello de bolsas, llegaba hasta el auto donde empezaba a acomodar todas las bolsas, las cajas de tacones y demas para proceder a entrar.

Bien, bien... Ahora, el cine estaba...

Miraba por un momento su celular, viendo donde estaba el cine. Estaba por fuera de la ciudad, cerca de un bosque. Pero entonces, caía en cuenta de algo.

¿Tu pediste el coche?

Le pregunta, porque estando con ella se le hacía extraño que hubiera llamado a un coche, pero, a lo mejor y lo llamo cuando se estaba cambiando por mientras el estaba sentado afuera. En cualquier caso, tan soló conduciría hacía el lugar (Si es que no hay conductor y el coche vino solo kek) para ver la película.