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>>/1970/ >>/1976/ < Lunes 10 de Enero, año 2590. 6:35 AM > Presencias como Lin y el resto de chicas que se encargan de la limpieza, lavar la ropa y a cocinar, usando todas sus herramientas disponibles: Escobas eléctricas, cubetas mecánicas, respiradores caseros, en afán de combatir una marea ascendente de desechos oscuros y burbujeante. Una fuga de aguas negras que devora los escalones uno a uno. Pero ni el olor ni la asquerosidad amedrenta a ese grupo de valientes muchachas Chica de los quehaceres: ¡Permiso! > Otras de ellas, que viene por el pasillo, choca con tu hombro por el impulso que lleva, pero no se detiene sino que que baja por las escaleras con lo que parece un extintor modificado entre manos, toma lugar frente el resto de sus compañera, y dispara un chorro de materia blanca que cristaliza la suciedad ascendente. Se trata de un chorro de nitrógeno espumoso. El cumulo de desperdicio se congela, formando una capa de hielo que impide que suba... Temporalmente. Pero la labor meterse en el subsuelo y parchear la fuga antes que se convierta en un peligro para toda la isla, no es labor de ellas, sino de los plomeros de Downtown, dente corajuda que según las últimas encuestas televisivas, pertenecen a uno de Los 25 trabajos más peligrosos del mundo Lin: 10 minutos de descanso, chicas. Masajeen esos brazos con hielo, que nos pueden hacer falta en caso la mugre surja por otro lado, que es lo más probable. > Las muchachas de uniforme rosa se retiran para darse un respiro, nada muy largo, porque ninguna olvida que deben ir a la cocina para servir el desayuno en la mesa. El trabajo nunca termina > Lin se queda mirando la escalera que baja hacia los baños, ahora inutilizables hasta que todo se arregle. Suelta un hondo y prolongado suspiro, los únicos gesto de quejas que ella se permite porque según sus propias palabras: Nada se arregla lloriqueando. Al igual que tú, Lin creció en el orfanato y con el paso de los años sin ser adoptada, el inmueble se convirtió en su verdadero y único hogar. Pero como ya es una adulta y los parásitos no son bien vistos, tiene que trabajar ahí y encargarse de los nuevos niños. Labores que la verdad no le molestan y hace con todo el animo del mundo a pesar de lo repetitivo y fastidioso que suelen ser Lin: Ah, despertaste. > Con las manos en la cintura se vuelve hacia ti Lin: Lamento darte las malas noticias, Alondra. Pero no hay ducha ni lavadora para nadie hasta nuevo aviso... Si fuera tú, cuidaría con recelo la ropa que tengo limpia. > Mira una vez más el desastre congelado de la escalera, y de nuevo suelta un profundo suspiro. Pero entonces recuerda algo que le da ánimos y se vuelve hacia ti con una sonrisa. Lin: ¡Casi me olvido! ¡Es tu primer día de escuela! Eres muy afortunada. Sino recuerdo mal, la directora movió sus influencias para que te ingresaran en el plan de estudio. Entiendo su decisión, eres muy hábil con esas herramientas, toda una manitas. ¿Nerviosa? Hablo desde la inexperiencia ya que nunca he estudiado, pero si tuviese que asistir a uno de esos sitios sin duda estaría muy nerviosa. 2/2