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> Madame Bobary
"Vaya..." La mujer alta se queda unos momentos sin palabras frente la actitud de su hijo. Entona la mirada, captando a plenitud el tinte coqueto en las palabras de ese rubio que no le quita la mirada de encima. "P-Por supuesto que aceptaré todo halago honesto... Pero también deberías conseguir una pareja a la que enamorar, tesoro. Me haría muy feliz ver las sonrisas de mis nietos algún día"
El linaje es importante en la familia, significa extender las raíces, mientras más proliferen los de su estirpe más oportunidades habrá de alcanzar pronto el objetivo máximo de los Von Karma. De ahí que Bobary esté orgullosa al ver a Jacket convertido en todo un hombre, aunque estos momentos se comporte como un niño buscando todos los mismos posibles.
"Lady Inocencia es nuestro familiar más antiguo en este universo... Los seres humanos primitivos y pertenecientes a la antiguas sociedades la adoraban como toda una divinidad. Claro está que los tiempos han cambiado, pero aun así le debemos mucho"
La madame nota como la mirada de su retoño recorre su cuerpo con un afán indebido. También percibe la erección de este. Es obvio que su imagen desnuda está despertando los bajos instintos de Jacket
"Oh, mi niño..." La Von Karma se cubre la boca con los dedos, con un leve rubor y una expresión escandalizada. "¿Q-Que sucede? ¿Acaso la visión de tu vecina maltratada te alborotó? Que problema... Si sigue así, tal vez tenga que llamar a una de las doncellas para que se encargue de ti. O puede que el baño ayude a bajar la hinchazón"
Pensado que quizás sea un pasajero problema de hormonas, la madame se sumerge en la tina en espera que Jacket la acompañe. El agua caliente se desborda un poco por los dos cuerpos que entran, pero es lo de menos.
"Estas fuerte y duro..." Murmura Bobary al recorrer con sus manos el cuerpo tonificado de su hijo, palpando cada musculo con excusa de limpiarlo, le lava los brazos, pectorales y espalda. Jacket la acaricia de vuelta aunque no se lo hubiese pedido. "A-Ah, bebé... ¿Qué haces? Si te mueves tanto no podré limpiarte bien" Los besos del mercenario suben hasta el cuello pálido de la mujer alta. "Eres tan cariñoso como tu padre... Seguro serás de aquellos traviesos que no dejan dormir cuando tengas tu esposa" Toma de un soporte cercano una barra de jabón y procede a frotar a Jacket con esta.