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> Slaughter
Perdón la tardanza, negrulu
"Oh... Por favor padre ya no soy una bebé, vamos, por fis, por fis, deja que mida mi fuerza contigo ¿Acaso no es responsabilidad de un Padre templar a su estirpe para la vida real? ¿Qué haré cuando me topé con alguien más fuerte? No se artes marciales ni mi fuerza es destacable, me harán papilla si superan mis habilidades"
La pequeña albina insistió con ambas manos juntas a su testarudo progenitor, se notaba en sus palabras las ansias de confrontarlo en combate, aunque fuese uno pequeño y amistoso donde la pelea acabe en cuanto uno acabe lastimado. Era todo lo que la Von Karma deseaba antes de su partida.
"¿Locura...?"
Es la única interrogante que salen de los pálidos labios de la Auditore en tanto el áspero dedo de su Padre recorre su mejilla y luego su cuello, para finalmente aterrizar a un lado de su pecho izquierdo, justo donde estaba su corazón. No hace falta recalcar que aquello es igual de relajante que los mimos antes proporcionados. Una sonrisa carente de rigidez o tensión se plasma sobre los paliduchos labios de la pequeña, que disfruta el tacto de su padre de una forma opuesta a la erotica; era imposible ver o pensar cosas indebidas con su Padre, era algo desagradable, no por que su progenitor fuese precisamente feo, sino que era por el mero hecho de ser su Padre.
"Me importa un comino si ella o alguien más quiere conocerme, no voy a hacerme "amiguis-amiguis" y tener un reencuentro emotivo típico de esas quemadas películas cliché... Quiero respuestas y quiero actuar a partir de eso.. Es decir, no se si lo entenderias... Pero desde siempre he sentido que llevo en la sangre un objetivo, y, espero con ansias, que ella sea capaz de desvelar que es ese objetivo"
La albina se había extendido más de lo que uno querría con la recomendación que su Padre le había dado referente a llevar un vestido de gala, pero no tenía de otra, quería dejarle claro que no iba a recurrir a Madame en son de paz y amor, su única intención era sacarle información, y si no sabía nada, entonces se encargaría de hacerle pagar todos estos años de ausencia.
"Hmm... Creo que mejor quiero huevos con tocino, Papi"
Discrepo del ofrecimiento, algo dulce para el almuerzo no sentaría muy bien. Por otro lado, no pone objeción en los cariños de su Padre, rodeando su cuello con ambos brazos mientras cerraba los ojos, cual bebé, prácticamente se estaba acomodando para que su padre la tomará entre brazos y la arrullara. En público sería inaudito, algo que no permitiría ni de broma, pero estando en privado, junto a la persona que más aprecia, ese acto implica para Slaught un placentero amor, uno similar al arullo de una madre a su cria; es algo que disfruta y sabe no podrá repetir en algunos años.
Turnito rapido negrito