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PARA BELL >>/2340/ Con el tiempo la niña fue creciendo, centímetro a centímetro y se la pasaba muchos días sin hablar. Pero gracias a Dante, la generación actual de los Crannell le tomó... Cariño... Ya sea como ayudante o mensajera, Yukihime era buena haciendo y obedeciendo las órdenes al pie de la letra, pero a diferencia del pasado, ella quería hacerlo, bien podía quedarse en casa, pero donde sea que se necesitaba ayuda, ella debía estar ahí... "No necesito razones para ayudar a quien de verdad necesite mi ayuda... Ese es mi mundo." No recuerda cuando fue la primera vez que esa sonrisa sombría, irónica e incomoda le pareció linda... Pero puede que fuese desde el día en que supo que su lugar siempre iba a estar ahí. Y sin importar donde fuera o cuanto tardará, siempre iba a estar ahí. ... Ha pasado mucho tiempo desde que Dante vio a Yukihime a la cara, quizá y hasta haya crecido un poco, pero sabe que no la verá hasta que termine su trabajo, y si aún no termina, debe ser muy serio el asunto. —¿Cómo ha estado tu madre, Donatello? —Le preguntaba alguien mientras bebía cerveza. —Empeorando... Pero eso es lo que se espera cuando oyes, "degenerativa", ¿No? —Ya... Creo que no era el mejor tema para empezar la charla... —Entonces voy yo, ¿Cómo rayos consigo la rotación perfecta? En un restaurante en Francia, dos hombres estaban sentados en una mesa disfrutando de una linda conversación fraternal. —Puedes hacerme la misma pregunta cuantas veces quieras, pero la respuesta no cambiará... —Sonreía al ver cierta impaciencia en su nieto. —He practicado con ebillas, herraduras, látigos, balas y no logro emularla, debe haber una mejor forma. —La forma correcta no siempre es la más sencilla, Dante, pero tú ya sabes eso, me pregunto cuando lo lograrás... —Puedes viajar mil metros corriendo o a caballo, no tiene nada de malo querer ir más rápido... —Yo no te voy a regalar el caballo, y esos mil metros no cambiarán sin importar cómo los recorras. —Y si quiero lograrlo mi convicción no debe cambiar, ya que estoy en el mundo de los hombres, ¿Verdad? La rotación, una técnica pasada de generación en generación por la familia Joestar, con la cual puedes hacer cosas desde el rubro médico como del bélico, y la mayor representación de ella, está siendo un dolor de cabeza para el actual sucesor de la técnica... O bueno, el mayor de ellos, ya que muchos otros como las princesas son capaces de usarla... —A todo esto, ¿Te llevas bien con tu padre? —Para que un hombre sea un hombre debe estar satisfecho consigo mismo, no con lo que los demás piensen de él. —Tomaré eso como un no, me alegra que no hayas olvidado mis palabras, y creo que lo sabes, pero tu padre no se equivoca... —y yo tampoco. Pero cuando retrocedes a tu convicción y objetivos, dejas de ser un hombre verdadero. El mundo del hombre, la filosofía de los Joestar, de nuevo, pasada de generación en generación hasta llegar a Dante, el cual no hace el mejor uso de ella pero no la va a cambiar... Y el por qué hace lo que hace, es algo que solo él puede decir... Las calles eran muy transitadas, están en Francia después de todo, buscando ciertos indicios de titanes u armas biológicas, misma que comienzan a atacar lugares al azar de todo el globo.