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>>/2631/ >>/2632/ < La Guerra de Castas Si vas a Roma, has como los romanos. Fueran todos Simón Lancaster y seguro tendrían dudas sobre la tradición acuática que les presentan, pero como son nobles aseados pueden despojarse de sus zapatos sin temor a causarle una embolia a alguien con el olor. Luccas es la primera en quitarse sus botas, los demás nobles no tardan en seguirla. Ya en el palacio, los nobles se ven asaltados por un súbito bienestar espiritual, incluso Tron que estaba dispuesta a poner cara brava esboza en vez una pequeña sonrisa. La que se mantiene estoica es Luccas, no porque sea inmune a lo positivo, como los demás lo siente en el alma, pero le han instruido desde pequeña a mantener la compostura y guardar en el interior todos los impulsos, como se puede mostrar en las pic de arriba, donde recibe regalos por su cumpleaños sin romper su actitud serena. Lady Lady pasean por el palacio llevadas de la mano, como si estuvieran en una décima luna de miel. Se dan besitos, algunos tan intensos que hacen que Claus se aparte y decida seguir avanzando por otro lado (No estoy seguro si lo dejaste entrar). Tron: ¡Hay algo que me está estimulando sin mi consentimiento! La científica se da cuenta que algo raro pasa en ese lugar, y mira el sitio con renovada desconfianza que mantiene por pura terquedad. "Coincido. Este confort no es natural. Tron, en cuanto nos asentemos, procura analizar el lugar con todos tus instrumentos y equipo. Puede que sea obra de una energía divina" Tron: No tienes que decirlo dos veces. ¡Derribaré paredes y montañas si hace falta hasta descubrir qué sucede! Y así lo hizo escenas más tardes, con un puñado de ayudantes se puso a revisar de arriba abajo el sitio en busca del origen de lo que sea qué les haga sentirse así. Podría ser perfectamente una fuga de gas, y por estar tonteando acabarían estallando todos en pedacitos. Dentro de la habitación de la realeza, solo Lady Dee repara en las ilustraciones porque ella es la segunda mujer de cultura entre el grupo, la primera es Luccas, pero el espíritu profesional de la Bermellón le hace enfocarse en la misión e ignorar los enriquecedores ambientes que le ofrece ese palacio. Ya cuando se desocupe tendrá chance de admirarlos, pero no ahora. Lady Dee: Curiosa decisión los cambios en la paleta de colores para Krishna y Balarama. De sorpresa la pelimorado la envuelve entre sus brazos y le presiona la espalda con sus enormes pechos. Lady Joy: No te preocupes por Cristina y Bananarama. Besame, eso es lo único que importa ahora, mon aimée. Lady Dee: Ooooh, francés~ Sabes cómo me pone el francés, Joy~ Mientras las esposas comparten un momento intimo, Luccas y el resto de noble esperan de pie a que la chubby repare en sus presencias y despegue la vista del aparato ese que trae entre sus manos rechonchas, ¡un RSP! ¿A quien se le ocurriría una idea tan boba? :3 La Bermellón ojea de reojo a Devdan, para ver si explica qué pasa, o si es normal que Sheeva deje a su hija menor sentada en su trono. Pero más temprano que tarde se revela que no, esa no es la hija gordita de Sheeva, sino la misma Sheeva en persona. Tron y Luccas intercambian miradas cuando les confunden con los Britannias. Sería tonto ofenderse ya que coinciden en muchas cosas, pero dejar que se extienda el malentendido no ayudará a nadie. Luccas da un par de pasos, toma la delantera del grupo, y con las manos entrelazadas detrás de la espalda dice: "Mi nombre es Luccas, de la casa Bermellón. Es un gusto conocerla finalmente... ¿Señorita Sheeva? ¿Cómo le gustaría que le llame? En fin, le aviso que no represento al imperio, todos los nobles aquí presentes formamos parte del Señorío Cardinal. Cómo le explicó su fiel sirviente, tenemos una flota y ya estamos penetrando en el país porque el tiempo es lo último que no sobras para lidiar con las fuerzas anarquistas. Así que seré directa... Jure vasallaje a nuestros Lords, y acepte nuestra autoridad convirtiendo este país en provincia del Señorío. De ese modo le prometemos protección y un nuevo futuro para usted, y toda su gente" 3/4