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< En Chester City...
Alexandra y Zoe comienzan a hablar con Fischl, la judía eterna, mientras que en sus muslos reposa la pistola con una I.A en su interior.
Pues dudo que nos deje mostrar esas fotos, además, solo las tiene Stranger, así que solo ella podría enseñarte esas fotos si al caso.
Himeno: No estoy criando un bebé, es algo complicado de explicar, pero a decir verdad es mucho más sencillo que criar a un niño, de hecho no quiero ni planeo tenerlo nunca, ¿Y que me garantiza no acabar como en esos casos? En realidad nada, pero dime algo, ¿Que te garantiza a ti que una de tus parejas sexuales no te intenté matar? Y de ser ese el caso, podrías defenderte y evitarlo por más mínimo que sea la probabilidad, ¿No? Bueno, básicamente lo mismo.
En ese momento Skippy se mete en la conversación diciendo que Zoe hizo lo correcto, pero torciendo las cosas a una manera un poco más cruda, la que habla con la bala eléctrica es Alexandra.
Los seres humanos son más complicados de lo que parecen, y si tú objetivo es matar, ¿Cómo paraste aquí? Hasta donde sé si quieres algo como eso entonces mejor vete a otro continente o pasa a las manos de un asesino serial. Nuestros nombres son simples, yo soy Makima, y ella es Himeno, ¿Enemigos? Huehuehue, claro. Que hablando de eso, ¿Cómo acabaste como una bala?
Himeno: Ah, y Fischl, si bien yo soy la líder de esta operación, dejo que Makima sea quien hable porque ella es la líder de la división, más no de la misión... Esto paso a mis manos porque en casos como este yo soy la más especializada.
Stranger: Y en tortura.
Himeno: Exacto.
Stranger: Hablando de tortura, ¿Se puede fumar aquí dentro o no, rubia?
Mas tarde la furgoneta toma vuelo para alejarse del centro de la ciudad y un pájaro gigante se acercaría, de igual forma, Stranger se toma la molestia de preguntar.
Stranger: Mis chicas, van a venir... ¿Les pueden abrir la puerta?
Stranger pregunta tranquilamente, esperando una respuesta positiva para que sus chicas puedan venir con ella... O por lo menos una parte de las mismas.