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>>/3611/ < Akuma: Martes 11 de enero, año 2590. 10:10 PM > Fuiste dada por muerta > Bajo la cobija del atardecer, flotas junto los desperdicios del ancho mar, llevada por la corriente. Los tiburones se aproximan más a ti, atraídos por la sangre que desprendes. Antes que alguno te de un bocado, unos navegantes te confunden con un trozo de plástico y te atrapan con su gancho de metal para atraerte hasta su balsa, donde te suben para examinarte Navegante 1: Mana, ta' claro, pescamo una peje-lagarto. Navegante 2: ¿Una pejelagarto? Ma' decía que hay que darle con la escoba. Navegante 1: Sin escoba, gasté los palitos que quedaban en otra lanza pa' darle al tiburón. Navegante 2: ¿Nos la zampamos? Navegante 1: Que va, luce más venenosa que una mofeta cruza'a con un alacrán medio aplastado por una bota de tsuchinoko. > La mujer quiere convertirte en un abrigo de piel, pero su hermano la convence que ganarían más vendiéndote. Tapan tus heridas con cinta americana creyendo que así aumentaría tu valor. Mientras todo esto ocurre sigues inconscientes, y sueñas que estás de vuelta en la jaula de donde te escapaste > Las horas pasan... > Despiertas en una habitación de madera, iluminada con una lampara de aceite a tenue luz. El lugar se balancea con suavidad por el acuno de las aguas. No sabes donde estas, pero tus heridas fueron tratadas adecuadamente, dejando tu cuerpo mayormente vendado. También te cuesta pensar, es obvio que andas un poco sedada por los antibióticos. Al llevar la vista por el lugar, reparas en un cartel (Pic), junto a este un reloj y un calendario con días tachados, te permiten ubicarte en el tiempo > Pero más allá de eso no sabes donde estas, ni qué sucedió, no a donde te están llevando o cuanto tiempo ha pasado desde tu escape. Eso sí, más allá del agotamiento físico y mental, no hay nada que limite tus movimientos, eso descarta la opción de que te hubiesen echado el guante los esclavistas 2/2