fe.settings:getUserBoardSettings - non array given[Hisrol] - Endchan Magrathea
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Perdón por la tardanza, negros. Por donde vivo Madara está empezando a joder de nuevo con sus apagones.

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< Seikichi: Lunes 10 de Enero, año 2590. 6:30 AM
> Terminada la reunión con Margarita, regresas al taller de tu padre adoptivo Citan. Para cualquiera que visite el sitio por vez primera, la fachada da el mensaje de ser tu típica tienda de antigüedades asiáticas, esas que te venden un Gremlin para el cumpleaños de tu hija, haciéndolo pasar por un cachorro muy raro. Sin embargo al entrar... El mensaje sigue siendo exactamente el mismo, porque en la primera habitación del comercio Citan hace justo lo que señala el letrero de afuera: Vende antigüedades venidas de los países cercanos, todo ambientado con su correspondiente incienso

> Mientras, los nacidos y moldeados en esa parte de Downtown conocen la labor de tu padre como mecánico, esa que Cinta trabaja en lo profundo del comercio, y la gente que va allí también tienen muy en cuenta su política de no hacer más preguntas de las necesarias al momento de tratar a un cliente. De ahí que parte de su clientela, y quienes mejor le pagan, pertenezcan a una dudosa calaña que él intenta mantener lejos de ti. Pero también hay un lado luminoso y admirable en toda esta historia, y es que Citan siempre está dispuesto a ayudar a quienes lo necesiten sin obligatoriamente haber pericas de por medio. Muchos pobres que dependen de sus prótesis y se ven incapaces de comprar piezas o prótesis nuevas, le deben la vida a tu padre, en especial aquellos que guardan en su interior órganos sintéticos, o reemplazos mecánicos de los mismos, como suelen ser alguna de esas obsoletas bombas de sangre que sustituyen el corazón y necesitan mantenimiento cada quincena para evitar fallar. Muchos en esa isla artificial no tienen el dinero necesario para comprar cosas mejores

Citan: Prueba ahora.

> Tu padre se limpia las manos con un pañuelo y observa con atención a la autómata recostada en la mesa del taller. Esta procede a extender y retraer las piernas varias veces con lentitud

Autómata: El movimiento es fluido, y ya no hay rechinido.

Citan: La hidráulica estaba fallando. Tuve que reemplazarla toda desde tu cintura para abajo. Te daré una lata de mi aceite casero, no se compara con el premium, pero en comparación al que venden en el mercado es como el cielo y la tierra, y evitará que el problema se vuelva a repetir.

Autómata: Gracias por todo, doc. Ya le pago.

> Los iris de la chica robot se ilumina con un fulgor eléctrico durante unos segundos. Al terminar, un pitido suena en un ordenador cercano que indica un nuevo deposito en la cuenta del ingeniero. Tu padre le entrega una lata a la joven, ella se viste, lo toma, le agradece con un besito en la mejilla, y se marcha del taller yendo por la puerta trasera

Cinta: Seikichi, volviste más temprano de lo que creí... ¿Todo salio bien con esa mujer?

> El ingiero deja el pañuelo en una encimera cercana y se acerca a ti con una sonrisa. A pesar de su afable exterior, por el uso de palabras, no parece tener una opinión positiva sobre tu benefactora

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