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>>/6454/ > Dalia "..." Con el sordo de la mano se limpia las lagrimas y con la otra sigue escribiendo. Aun le duele, y aun está muy triste, pero también está furiosa porque no entiende qué hizo para que la lastimen y busquen matarla. Y su lanza se volvió malvavisco; Y sus alas fueron cubiertas por pegajosa mermelada; Su vestido se hizo de azúcar; Toda ella se convirtió en un aperitivo vivo, La escritora, indiferentemente de su situación, se pone de pie y mira directo hacia la dragona que viene hacia ella para atacarla. "Soy una buena chica... ¿Por qué el mundo se empeña tanto en que no lo sea?" Declara, sin apartar la mirada de Henrietta que viene y tampoco sin dejar de trazar en el papel de la libreta, y añade: "Félicitez mes chefs (Felicitar a mis chefs)" Un par de gemelos surgen de entre las sombras de la sala, gigantes conocedores del Bon Appetit, el primero con un movimiento clava su cuchillo frente la reptil edulcorada, y el otro busca echarle mano para arrancarle las alas.