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>>/7558/ < Conteo (Incompleto) --Salvador, Don (160) Plus dados de Omar --Omar (120) Plus dados de Don Sin ataque nulo ni tope por pasiva de Salvador --Vicente (285) Agarrando a Lucían -15 HO por la pasiva de Lucian +5 ambos y -5 en daño recibido Sin ataque nulo ni tope por pasiva de Salvador --Las Fauces presentes VS --Lucían (300) +10 ambos dados No se ve afectada por ninguna condición de escenario < Kaibil Cuando la jefe guerrillera comenta: ¿Qué se puede esperar de un montón de campesinos? En pocas palabras, ¿un montón de hombres corrientes de clase media-baja? Salvador le contesta con voz y expresión serena. "El mundo, señorita, se puede esperar el mundo" Se lo dice un fotógrafo, que lucha codo a codo con el guardia de una posada (Vicente), dos pescadores (Don y Omar), y un cazador (El Mish), entre muchos otros hombres de orígenes mundanos. "Le juro por mi honor que ni usted ni su cuerpo será ultrajado de la forma que se piensa" En cualquier otra situación le daría igual porque él respeta los instintos primitivos de quienes luchan bajo su bandera, retenerse por una posible violación grupal cuando hay bestialistas, caníbales y desolladores entre sus filas, sería muy hipócrita y síntoma de una atrofiada brújula moral. Salvador podrá ser muchas cosas, pero nunca un hipócrita. La cuestión es que cómo indicó, esta no es una situación cualquiera, y no pudo evitar caer en cuenta en los paralelismo de Lucían y su esposa, solo que está vez la violencia que está matando a la rubia viene de su mano y no de un tercero, y ahora tampoco tiene un hijo que perder. Pero no va a echar todo a la tierra por una coincidencia, tampoco es tan idiota para creer que es un mensaje de cielo sobre su esposa muerta para que se detenga o alguna tontería semeante. Por nostalgia, y por el cariño que aun siente hacia quienes formaron parte de su pasado, es que decide tener consideración con Lucían. Pero igual la busca matar porque vino allí a conquistar un país, no a tener una epifanía. 1/2