Actions
(275.19 KB, 1464x2047)
(185.83 KB, 1100x1568)
AYYYY MIS COSTADOS Negros, ¿Cómo sucedió ese caluroso conteo de husbandos? >>/8116/ >>/8155/ < En el Bloque Asiático > Lione Desde lo más remoto de Asia la noticia no se hizo esperar. En una esquina cerca de la costa de las Islas Amakusa se encontraría ni más ni menos aquel sujeto que iniciaría una Revolución hace un par de años a través de un sueño que tenía en lo más profundo de su mente y alma: La derroca del principado. Sí, era el mismo pelo verde quién había terminado en polémicas con el banco de Acero tras los incidentes de Rosarita... Lione había decidido dejar que sus colegas a los que proclamó como familia; lo mejor era que nse encargarán de cuidar, preservar, y honrar esa Nación que había resurgido de aquel fugaz sueño que se hizo realidad gracias a sus remanentes como ese idiota pelo azul que le tomó tanto cariño el cual pudo confundir con Amor. "Debes de aprender a regular tus sentimientos e irá... Tus llamaradas son bastante destructivas que ni siquiera puedes ver el daño que has ocasionado a tú alrededor" Regañó, mientras veía directamente a los ojos de un chico oriental... Cabello negro, y de una piel bronceada en compañía de unos ojos incandescentes los cuales brillaban de un rojo carmesí por cada vez que manipulaba el fuego. ???: Se supone que sea así. Mi misión es purificar a esas personas que son una amenaza para el bienestar de los demás... *Tsk* No niego que tu fuego sea bonito, ¿Pero de qué me sirve eso? Esto es una guerra en contra de esas personas malignas que se han desviado del camino. Había uno que otra palmera calcinada. En efecto las llamas de aquel chico eran bastante potentes para convertir ese pedazo de archipiélago en el mismísimo infierno. Lione suspira ante esa respuesta que inmediatamente estira los brazos ante el cansancio... Es la primera vez que entrena a alguien, y por alguna extraña razón al ver ese chico portar ese Matoi le recuerda de manera inminente a aquel gran amigo que tanto quiso y amo mucho en el fondo de su corazón. "Si intentas purificar ¿No crees que igualmente debes tener un corazón templado, Benimaru?. Soy usuario de energía espiral y eso hace que mi fuego aparte de quemar también sea generador de vida... No de manera literal, pero entiendes lo que digo, ¿No?" Extendió su mano y dejó fluir una llamarada rosada que adoptó la forma de un pequeño Dragón; el cual en unos segundos envolvió al pelo verde hasta extinguirse con el paso del viento. Benimaru: Dices mucha habladuría, pero eres el único dispuesto a ayudarme. Sí tan solo el hermano Van no hubiera regresado con la sacerdotisa Dion. "Tampoco lo olvides aquel tipo me encomendó ayudarte en primer lugar" Irrumpió. "A decir verdad sentí una conexión con él, mis piernas vibraron al estar cerca de él... Aunque en pleno combate sentí que su energía no iba encaminada al mismo rumbo que la mía, pero contigo siento que estamos en la misma sintonía. Así que deja los lloriqueos que mañana seguiremos con la sesión de entrenamiento, ya es tarde y debemos regresar a Casa... Ven es hora de ir con Kaori y Luna, pues debieron hacer un rico banqueta tras ir a Japón en la mañana" Acomodaron sus pertenencias para retirarse en la pequeña cabaña que estaba a unos metros de distancia de aquel lugar de práctica. Las llamaradas de Lione restauraron una parte de lo que Benimaru incinero en el pequeño entrenamiento para no provocar daños ambientales en el lugar... El cielo tornasol era hermoso en dicho sitio, y de poco a poco la noche estaría sobre aquel par de piromaníacos. ... 1/2