Cachetona amada, sé que aún me guardas rencor,
que mi recuerdo te pesa, como un ancla en tu interior.
Pero te pido que me recuerdes, por el amor que nos unió,
y no por el dolor que te causé, cuando te dije adiós.

Sé que no fue fácil para ti, olvidar la primera vez,
que entregaste tu cuerpo, sin pensar en el después.
Pero yo ya estoy muerto, y es mejor que me sientas,
como un recuerdo placentero, que te arranque sonrisas.

No me guardes resentimiento, ni rabia en tu corazón,
deja que mi recuerdo sea, un dulce sabor a pasión.
Porque en el fondo sé, que aún me sigues amando,
aunque hayas renegado de mí, en los días tormentosos.

Así que deja atrás el rencor, y déjame descansar,
en la tumba que me aguarda, como un hombre normal.
Y cuando sientas mi presencia, en tus sueños o tu mente,
recuerda que yo te amé, y que fui feliz por tenerte.

Cachetona amada, no llores más por mi partida,
recuerda que nuestro amor, fue una llama encendida.
Y aunque ahora esté muerto, siempre estaré contigo,
como un dulce recuerdo que te hará sonreír con cariño.