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A mediados de la Era Taishō, sin un solo aviso previó, el país del Sol naciente fue tragado por la más absoluta oscuridad, la naturaleza se volvió inerte y el hermetismo englobo toda la isla. El país que durante décadas pareció estar al corriente del comercio regional, de un día para el otro, cesó todo proyecto o ambición territorial. Era como si la tierra se los hubiera tragado a todos, ni un solo marinero pudo corroborar el destino de los nipones por que, de hecho, ni uno de los osados que desembarcaban en las costas Japoneses lograba volver. Los Nacionalistas y Comunistas Chinos, lejos de tomarle importancia al hecho, suspiraron aliviados, por siglos tuvieron a los Japoneses respirandoles en la nuca, constantemente viéndose amedrentados por sus equipadas tropas, su exacerbado nacionalismo y enigmaticas "Magias", las cuales denominaban "Alientos" o "Respiraciones" Una "magia" capaz de evocar y manipular ciertos fenómenos a partir de ciertos movimientos que bien podían ser confundidos, erróneamente, con una danza. Recalcando, los Chinos estaban lejos de preocuparse por sus vecinos, incluso se sentían más aliviados de saber que su enemigo jurado había optado por una postura más pasiva en tanto los Nacionalistas y Comunistas libraban un encarnizado conflicto civil. Sin embargo, y a pesar del tiempo, los Japoneses empezaron a mostrar señales de vida de la peor forma posible, iniciando sin titubeos un despliegue militar a gran escala en las costas Chinas en 1937, así declarandoles bruscamente la guerra. No importa cuanto dispararan o apuñalaran a los soldados Japoneses, su resistencia era Demoníaca y su regeneración sobrehumana, ni siquiera el sueño los retenia, atacando de la noche a la mañana. El poder de el ejército Japonés era tal que arrasaron con varias provincias en pocos días, pero no se establecían en esas tierras, no tomaban recursos ni violaban mujeres, ellos comían a la población local, tal y como se escucha, el primordial objetivo Japoneses en esta guerra era el de encontrar alimento y, los Chinos eran ese alimento. Esto no dejo indiferentes a los Nacionalistas y Comunistas que aunaron fuerzas con el fin de acabar con la amenaza nipona que no parecía tener freno, establecieron fortificaciones, armaron hasta a el último campesino y buscaron formas efectivas de acabar rápido a los soldados Japoneses, descubriendo al poco tiempo sus talones de aquiles: Decapitación y luz solar. La investigación de parte de algunos escuadrones incluso fue más haya, llegando a capturar a algunos soldados con la intención de sacarles la verdad, descubriendo un hecho que helo los pelos de varios generales Chino, "Japón no es gobernada por emperadores ni habitada por humanos, la era de los Cazadores culminó con el antiguo Rey Oni, la era del nuevo Rey que consiguió conquistar el sol ha surgido, y con su llegada, se dará fin a la era de la Humanidad" Muchas preguntas se planteaban constantemente, pero todo tenía su respuesta en el tabú y las leyendas míticas del pasado, donde se describía, como singulares veces monstruos devoradores de humanos solían cruzar el Mar anhelando encontrar bastas cantidades de comida en China. Seres que sólo podían ser enfrentados de forma óptima por aquellos que habían desentrañado y aprendido la "Magia" Japonesa, es decir, las "Respiraciones"